viernes, 27 de marzo de 2009

Carta abierta a todos los que niegan el genocidio franquista


Carta abierta a todos los que niegan el genocidio franquista.

Nadie pone en duda que la transición, y los hombres que la hicieron posible, fue una obra de concordia y reconciliación nacional. Nadie pone en duda que debido al panorama político esa fue –quizás— una de las mejores soluciones posibles. Nadie pone en duda que durante la guerra civil hubo barbaridades realizadas por los rebeldes y barbaridades realizadas por republicanos. Aunque todos sabemos el desequilibrio entre uno y otro bando en la ejecución de esas técnicas brutales. Pero como diría aquel “una guerra es una guerra”. Y en una guerra unos son enemigos de los otros. Y como tal se trataban. Pero teniendo claro que la represión rebelde fue mucho mayor, sangrienta y friamente planificada que la republicana. Como bien indica Paul Preston en una proporción de 3 a 1, es decir, la represión rebelde produjó unas 50.000 muertes mientras que la facciosa 150.000*.
Y lo que debe quedar aun más claro es que a partir del 1 de abril de 1939, cuando ya no había guerra, es decir en el glorioso periodo de paz, sólo el régimen franquista continuó raptando, arrestando, torturando, vejando y asesinando.
Sí, quizás alguna de esas víctimas –como dijo el señor Pujol, el honorable heredero— hubiese sido algún verdugo pero seamos realistas la mayoría no lo eran. La mayoría no tenían delito alguno. La mayoría de esas víctimas eran campesinos, concejales, alcaldes, diputados, pintores, poetas, periodistas, sindicalistas, socialistas, anarquistas, comunistas, etc. Muchos, más de millón de presos, según datos del investigador, periodista y preso político, Eduardo de Guzmán.

Ahora bien, han pasado ya cuatro decenios de la mencionada transición. Y nosotros los nietos de las víctimas del franquismo, y no las del bando republicano, que ya tuvieron su reconocimiento, sepulturas dignas, calles, plazas, homenajes y monumentos, que no firmamos aquella transición, queremos solicitar justicia. Justicia que la transición no nos dio. Somos conscientes que ya no pueden juzgar a los verdaderos verdugos franquistas porque quedaron impunes en vida y absueltos en muerte pero si se puede rescatar la historia. Rescatando la historia también se hace justicia. Se hace “Justicia Constructiva”.

La “Justicia Constructiva” es reconocer que exisitió un verdadero terrorismo de estado a partir del primero de abril de 1939, la "Justicia Constructiva" es reconocer la existencia de más de un centenar de campos de concentración franquistas en esa España de hambre, penurias, y, mientras duró,  de sometimiento a Hitler y Mussolini, la "Justicia Constructuva" es reconocer la existencia de casi un millar de cárceles, creadas para presos políticos donde eran tratados como animales, "la Justicia Constructiva" es reconocer el asesinato de cientos de miles de personas por el hecho de pensar diferente, la "Justicia Constructiva" es reconocer la muerte de cientos de miles de presos por enfermedades causadas por las miserables condicones de salubridad, sufridas en las cárceles franquistas, "la Justicia Constructiva" es renocer a todas las víctimas del franquismo como víctimas del terrorismo, "la Justicia Constructiva" es reconocer el derecho de recibir una digna sepultura a aquellos que aun duermen en cunetas y fosas comunes, "la Justica Constructiva" es reconocer las obras de arte y de literatura de aquellos hombres que formaron parte de la generación del 27 y que por culpa del franquismo hoy son auténticos desconocidos.
En definitiva a todas esas personas que todavía hoy niegan la verdad, la evidencia, la historia de este país, es decir, la existencia del genocidio franquista, solo les digo dos palabras: "Justicia Constructiva".

Juan Manuel Menéndez, Presidente Agencia Febus.

*Cifras del libro El Holocausto Español de Paul Preston.

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