Gracias a Jaime Menéndez ‘El Chato’, mi abuelo,
fallecido en 1969, conocí a Santiago Carrillo. Sin duda, ha sido una de las
mejores experiencias que he vivido.
Juan Manuel Menéndez (A. Febus) y Santiago Carrillo. Foto Febus. |
Ayer, anduve en la capilla de Santiago Carrillo, me
emocioné, lloré. Lloré junto a su hijo
Santiago, fundidos en un abrazo. Él no me conocía, pero percibí, por su
sentimiento, todo lo contrario, eso sí, después de decirle que era el nieto de Jaime
Menéndez ‘El Chato’.
Hace unos años publiqué el libro “La epopeya del Chato”,
la historia de mi abuelo, miembro de la
generación del 27, escritor, periodista, primer español redactor de The New
York Times, director del diario El Sol, preso político, por sus
ideales republicanos, en el campo de concentración de Los Almendros, y pionero
de la Transición Periodística, lucha antifranquista en la prensa española que
comenzó en 1945 en el diario España de Tánger donde ‘El Chato’ fue uno
de sus puntales más comprometidos.
Para la realización de este libro tuve que investigar
durante casi tres años. Pisé diferentes hemerotecas, entre ellas, la del Ateneo
de Madrid, la de la Biblioteca Nacional, la del Archivo General de la Guerra
Civil, la Hemeroteca Municipal de Madrid, etc. También tuve que localizar a los
pocos supervivientes que conocieron a mi abuelo para entrevistarles,
emprendiendo, en algunos casos, viajes por diferentes puntos de la geografía
española.
Termino el mencionado libro con una serie de entrevistas a
ilustres personajes que coincidieron con mi abuelo, entre ellos, la actriz
Concha Cuetos, Juan Velarde, Héctor Vázquez Azpiri, Marcelino Oreja Aguirre, Alberto Ruiz Gallardón, Manuel Fraga
Iribarne y Santiago Carrillo. Todos fueron muy amables, me trataron con una
hospitalidad digna de encomio y respondieron a todas mis preguntas. Pero, entre
todos ellos, solo uno marcó un antes y después en vida.
Un día de la primavera de 2006 llamé por teléfono a
Santiago Carrillo, me saltó el contestador, dejé el siguiente mensaje:
“... Me gustaría entrevistar para un libro que estoy
escribiendo a Don Santiago Carrillo, soy el nieto de Jaime Menéndez, mi
teléfono es...”
Sinceramente nunca pensé que me llamaría. Pero no pasaron
ni cinco minutos, descolgué el teléfono:
“Hola, soy Santiago Carrillo, mire usted, sí, conocí a un
Jaime Menéndez, pero eso fue hace mucho tiempo, era periodista, un gran
intelectual, redactor de Claridad durante la guerra, ¿es ese?”
Acertó de cuajo, demostrando, a los 91 años, una memoria magistral. Poco
después, el 6 de mayo del mencionado 2006, nos recibió en su casa a mi padre
Jimmy, a mi hermano mayor Jaime y a un servidor. Como he dicho, nos trató con
una hospitalidad fuera de lo común, como si fuésemos de la familia, es más, se
puede decir que me trató como un abuelo trata a su nieto. Y la entrevista me
emocionó en muchos momentos, por lo que decía, por como lo decía, por como lo
compartía.
Capilla de Santiago Carrillo, Auditorium Marcelino Camacho, Madrid. Foto Febus |
Por eso, ayer, en la capilla, montada en el auditórium Marcelino
Camacho de la sede de CC.OO. de Madrid, quise despedirme de él, darle las
gracias. Lo hice por escrito en el libro de autoridades, estas fueron mis
palabras:
Estimado camarada, en calidad de Presiente de la Agencia
Febus, periodista y escritor, te doy las gracias por lo que has hecho para la
lucha de la clase trabajadora, la democracia, la libertad,... Y personalmente
gracias por dejarme entrevistarte para mi libro “La epopeya del Chato”.
Salud camarada.
Juan Manuel Menéndez
Madrid, 19 de septiembre de 2012.Cubierta del libro 'La epopeya del Chato' de Juan Manuel Menéndez (A. Febus) |
Creo que lo mejor es compartir con todos ustedes la
mencionada entrevista que publiqué en “La epopeya del Chato”. Disfrútenla:
—¿Dónde conoció a Jaime Menéndez?—pregunté.
—Yo conocí a Jaime Menéndez... —respondió CARRILLO— tengo un recuerdo vago. Debí de conocerle o en
la redacción de Leviatán o en la
redacción de Claridad.
Hablamos un momento. Pero él era ya un intelectual conocido. Bueno, eso de que Espasa Calpe hubiera editado un libro suyo... Espasa Calpe era la editorial más importante y tenía que tener un nombre
para eso...
Yo debía de tener cuando le conocí,
probablemente, 19 años; él era un intelectual hecho, ya con renombre, y yo era
un chaval. Sabía que colaboraba con Leviatán, con Claridad...
después no he sabido lo del Sol ni lo de Política...
Pero en fin, era una persona importante en aquella época ya Jaime Menéndez.
—¿Qué nos puede decir de Claridad y de
Leviatán?
—Pues Claridad... empezó siendo un semanario de la
izquierda socialista de Largo Caballero,
en el que trabajaban gente como Luis
Araquistáin, Carlos Baráibar...;
yo he colaborado alguna vez, desde la cárcel, en Claridad... Trabajaba también Federico
Melchor y era un órgano de combate, de polémica con la derecha del
partido socialista que jugó un papel importante en un periodo.
Y Leviatán era una revista teórica de alto nivel
intelectual que dirigía Araquistáin.
Era, por así decir, la revista teórica de la izquierda del partido socialista con un gran prestigio intelectual en
aquella época, porque tenía colaboradores muy importantes... El hecho de que Jaime Menéndez colaborara en ella quería
decir que tenía una categoría. Porque en esa época yo estaba en la izquierda
socialista, he colaborado en Claridad... pero
a mí en Leviatán nunca me pidieron un artículo, no
tenía todavía categoría para escribir en “Leviatán".
—¿Y de “Política”?
—“Política” era un periódico, diario... del partido de
Izquierda Republicana... que tuvo una importancia considerable en su tiempo. Y
ahí escribían o trabajaban gente de izquierda, y uno de los redactores
principales de “Política”, y no sé si no ha llegado ha ser
incluso su director, era Luis Bello:
un periodista y escritor muy importante.
—Y de su periplo por “El Sol”, ¿que nos puede decir?
—Yo tengo la impresión de que Jaime Menéndez debió de ser director del
“Sol” precisamente en el periodo de la
guerra... En esa época, como no había tratado mucho a Jaime Menéndez, no sabía que era él el director; lo que sí
sabía es que en esa época el director del “Sol”
era un hombre que estaba en la línea del Partido Comunista... y “El Sol” reflejaba mucho la política del Partido pero
manteniendo un aire independiente.
―Y de su nombramiento como
comisario político, siendo un intelectual,¿ qué nos puede decir?
―El hecho de que fuera comisario de
una brigada demuestra que fue un combatiente en la guerra y que debió de tener
méritos para ser comisario político. Entonces hubo mucho intelectuales, como
por ejemplo el escultor Barral...
murió en el frente. Los comisarios tenían la consigna de ser “los primeros en
avanzar y los últimos en retroceder”. De modo de que el hecho de que su abuelo
haya sido comisario político es, por lo menos, desde mi punto de vista y desde
un punto de vista republicano, pues uno de los mejores elogios que se pueden
hacer de él —sonríe con satisfacción—.
El nombramiento de su abuelo lo
firma Osorio Tafall (el del nombrecito largo o corto, “selon le
cas”) porque Osorio Tafall fue el comisario general,
es decir, el jefe de los comisarios políticos, después de que Álvarez del Vayo dejó ese cargo para ser
ministro. Osorio Tafall era un
hombre de Izquierda Republicana pero muy próximo al Partido Comunista.
―Teniendo en cuenta estos datos,
más que fue redactor de “The New York Times”, probablemente
el primer Español...
―Seguramente
fue el primer Español, yo no conozco a otros.
—Redactor de “LEVIATÁN”, “Claridad”, “Política”, “El Sol”, “El
Universal”, “Cruz y Raya”, “España” de Tánger, “Política
Internacional", “Mundo”, corresponsal
de Reuters, Associated
Press...
—Yo creo que todo eso y, además, el libro que
publicó, que me dejan ustedes hoy aquí, demuestra que Jaime Menéndez fue en esa época un intelectual importante, y
que es uno de los talentos que se han perdido para España como consecuencia de la Guerra Civil y de la derrota
de la República. Y que ese hombre, con ese currículo ya tan joven, hubiera
podido ser una de las figuras cimeras de la intelectualidad Española. Yo no
creo que tengan más méritos otros de los que hoy se habla...
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