sábado, 3 de diciembre de 2011

Los intelectuales olvidados de la Guerra Civil

La Guerra Civil Española es un periodo apasionante de nuestra historia. El papel jugado por la intelectualidad fue relevante y comprometido con la Segunda República



Javier Bueno, Manuel Navarro Ballesteros, Fernando Sánchez Monreal y Jaime Menéndez
Archivo Agencia Febus

La excelente iniciativa que tuvo del artista Tom Lavin de crear el Museo de la Defensa de Madrid trajo una inesperada consecuencia: la fundación de la Agencia Febus, en honor a la que ya existió en el primer tercio del siglo XX, que tuvo como director al ilustre periodista Fernando Sánchez Monreal, fusilado al comienzo de la contienda por unos falangistas, y que abasteció durante la contienda a toda la prensa republicana. El objetivo de la mencionada agencia es recuperar a intelectuales, escritores, periodistas, artistas y culturistas, de la Segunda República, Guerra Civil y Franquismo.

Lagunas de la Guerra Civil

La conflagración sufrida por España de 1936 a 1939 ha dejado muchas lagunas; lagunas que con el desarrollo de nuevas investigaciones están aclarando cosas hasta la fecha desconocidas. Por ello, la Agencia Febus está llevando a cabo un proceso de divulgación de sus estudios acerca de ese periodo tan importante para la historia de España. Uno de los objetivos principales es recuperar a los mencionados intelectuales, escritores y periodistas, que gallardamente defendieron Madrid de la invasión fascista.

Documentación

Nuestra investigación tiene como base un archivo que permaneció escondido en una buhardilla más de treinta años. Un archivo que perteneció a uno de esos hombres que no huyeron de la capital. Uno de esos hombres que se quedaron en Madrid. Uno de esos hombres que, al igual que otros muchos, no dudó en quedarse en el foro para defender hasta el último suspiro la legalidad vigente, es decir, la Segunda República y la democracia. Así pues, el mencionado archivo tuvo propietario. Un propietario de lujo: Jaime Menéndez 'El Chato'. Repasando su biografía no entendemos cómo, todavía hoy, es un auténtico desconocido para la inmensa mayoría del pueblo, ese pueblo por el que él tanto luchó para librarle de las garras opresoras de Hitler, Mussolini y Franco. Recordemos a título telegráfico algunos de los aspectos más destacables de su vida y obra.

Jaime Menéndez 'El Chato'

Jaime Menéndez nació en Sobrerriba (Asturias), una aldea de apenas 150 habitantes, en 1901. A los 18 años decidió emigrar a Cuba, no para hacer fortuna, sino para no servir al ejército y crecer intelectualmente. De forma autodidacta estudió periodismo e idiomas. Meses después comenzó a colaborar en el Diario de La Habana, el rotativo más importante de aquel momento. En 1920 cambió su residencia a Nueva York. Llegó a dirigir en 1925 el diario La Prensa, primer rotativo en español de EE.UU. Pero quizás lo más llamativo de su carrera fue que ese mismo año se convirtió en el primer español que formó parte de la prestigiosa redacción de The New York Times.


En la Segunda República

Ya en Madrid, en 1932, empieza a colaborar con las publicaciones más importantes: El Sol, Ahora, Leviatán, Política, Estampa, Claridad, La Voz o La Vanguardia. y publica su exitoso libro Vísperas de Catástrofe en el que, de forma visionaria, vaticina los peligros del fascismo y el advenimiento de la II Guerra Mundial. En 1936 se casó con otra intelectual también desconocida, Avelina Ranz Conde, que lucharía bravamente contra los invasores como miembro la Alianza de Mujeres Antifascistas. Jaime Menéndez fue nombrado en julio de 1938, por el Jefe de Gobierno, Juan Negrín, Comisario Político. Poco después ocuparía la dirección del diario El Sol. Aguantó en Madrid hasta el último minuto en el Mando Eventual del Comisariado de Centro, hasta finales de marzo de 1939.

El campo de concentración de Los Almendros

Formó parte de aquellos miles de hombres que fueron a Alicante en busca del famoso buque soviético que nunca llegó. Sin embargo, sí lo hicieron las tropas italianas, y junto con 18.600 personas fue a parar al campo de concentración de Los Almendros. Allí, el mismo 1º de abril del “año de la derrota”, comenzó a luchar de forma clandestina en contra del franquismo, escribiendo un valioso libro con información inédita hasta la fecha. Pero eso es otra historia.

Deuda con la historia

Es una obligación recuperar a esos intelectuales, escritores, artistas y periodistas que comprometieron su vida, profesión e ideales con la República. Hombres y mujeres que merecen ya un lugar preferente. Un lugar que fue soterrado por la dictadura franquista. Un lugar que ya tienen en la red. Sí, esta maravilla de las nuevas tecnologías ha permitido a la Agencia Febus la divulgación de tantos y tantos nombres olvidados, entre ellos, Cristina Hurtado de Mendoza, Antonia Sanz, Esperanza Agudo, Margarita Gómez, Luisa Carnés, María Luisa Carnelli, Anne Louise Strong, Luis Díaz Carreño, Javier Bueno, Julio Mayo, Manuel Navarro Ballesteros, Nilamón Toral, Luis Cabo Giorla, Ignacio Hidalgo de Cisneros y muchos más que en su día formaron parte de la historia de España. Y es justo y necesario que hoy lo vuelvan a ser.


Entrevista a Jorge Martínez Reverte sobre La Defensa de Madrid y los intelectuales:







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