Musclemania Barcelona 2014, un espectáculo bochornoso

La caras de los atletas segundo y tercero, Agústín Alapont y Fernando Ciganda, son un poema. Foto gentileza de Olympia  Sport.

El anunciado como el mejor evento de culturismo natural del mundo: El Musclemania Barcelona, ha resultado ser uno de los mayores engaños para competidores, entrenadores, familiares, espectadores y aficionados.

Muchos han sido los informadores que nos han contado, con todo tipo de detalle, lo allí acontecido, especialmente los amigos del gimnasio Olympia Sport de Tortosa y Dani Horna, que se han preocupado de darnos muchos datos que me han dejado con la boca abierta, pues en 30 años de competición no había visto nada parecido.

Estos son los hechos, insisto según nos han contado.

El pesaje era el domingo 19, a las 12h:00, en el Hotel Melia Sitges, pero a esa hora allí no había nadie, ni para organizarlo ni para dar una simple explicación. Más tarde, alguien vino e informo que la competición comenzaría a las 15h:00, cosa incierta pues esto sucedió a las 17h:45.

Para estar en backstage los entrenadores tuvieron que comprar una entrada VIP de 60€, que rebajaron a 50€ por las quejas de la gente.

Puesto que no informaron, como es debido, del cambio de escenario de la competición, mucha gente apareció en Barcelona capital y se quedó sin ver el evento con la entrada comparada, unas costaban 40€ y otras 60€.

Descansos interminables hicieron de la competición algo muy largo y pesado.

Una vez entregados los trofeos a los ganadores, muy pobres para un evento internacional, se los quitaban para darlos en la siguiente categoría.

El momento culminante fue cuando dieron como segundo al sevillano Miguel  Ángel Sánchez, que los jueces le habían puntuado como ganador. El presentador del evento, un tal Aarón Zambrano, responsable de Musclemania Barcelona, anunció que el vencedor de esa categoría no era el mencionado Miguel Ángel Sánchez. Quien se encargaba de hacer el recuento de puntos era el seleccionador de la península balcánica que, manipulando las puntuaciones, favorecía, descaradamente, a sus atletas. Fue entonces cuando el público empezó a gritar que era un engaño. El mismo Enric Torrent, presidente de la Federación Catalana de Fisicoculturismo, presente en el acto, se levantó cogió el micro y denunció este hecho.

Todo esto produjo una gran trifulca que provocó las suspensión del “mejor evento de culturismo natural del mundo”, donde precisamente no se hizo ningún tipo de control antidopaje.

Una vergüenza tratar así a los competidores los auténticos protagonistas de todo esto después de  haber pagado una inscripción de 135€ cada uno.

Y una pena ver como una gran parte de estos atletas, maltratados, menospreciados y vilipendiados, que para otros asuntos más nimios alzan su voz para quejarse, guardan silencio, un silencio cómplice e ilógico porque si queremos evitar que esto suceda de nuevo callarse no es la solución.

Para terminar hay que decir que los culturistas Javier Mendoza y Daniel Horna, cabezas visibles, del mencionado Musclemanía de Barcelona, fueron también víctimas de este engaño y cuando se dieron cuenta de la mascarada era demasiado tarde, no obstante hicieron, y están haciendo, todo lo posible para reparar, dentro de sus posibilidades, el daño causado, impidiendo que se llevasen la caja con la recaudación por lo que, al menos, podrán pagar ciertos gastos del evento.

Me despido, como atleta de competición, abrumado por esta deleznable actuación que ha empañado el Musclemania Barcelona, y agradecido a los amigos del Olimpia Sport y a Daniel Horna por contarme lo que allí ocurrió, dando un ejemplo de coherencia, honestidad, justicia, generosidad y saber hacer.

Nota: La información aquí ofrecida no es del autor del artículo por lo este que no se hace responsable de la misma.